domingo, 18 de diciembre de 2011

VALLE SAGRADO DE LOS INCAS - PISAC

El Valle Sagrado de los Incas, en los Andes peruanos, está compuesto por numerosos ríos que descienden por quebradas y pequeños valles; posee numerosos monumentos arqueológicos y pueblos indígenas.

Este valle fue muy apreciado por los Incas debido a sus especiales cualidades geográficas y climáticas. Fue uno de los principales puntos de producción por la riqueza de sus tierras y lugar en donde se produce el mejor grano de maíz en el Perú.
Para los Incas el valle de Urubamba es la entrada a la selva, el antisuyu, la amazonia, la tierra de los "chunchos". El río que lo forma tuvo por nombre antiguo Willka Mayu o Río del Sol, y el nevado de cuyos deshielos nace era llamado Willkan Uta o Casa del Sol. Este valle estuvo íntimamente ligado con el culto solar, ya que la palabra Willka es la de tal dios, palabra que antecede en uso al ahora más popular Inti.




Písac(también Pisao) está ubicado a 33 kilómetros de la ciudad del Cusco. Su sitio arqueológico es uno de los más importantes del Valle Sagrado de los Incas. Se encuentra al este de la cordillera del Vilcabamba. Como era costumbre en la arquitectura inca, las ciudades fueron construidas sobre la base de trazos figurativos de animales. Písac, tenía la forma de una perdiz, como dice su nombre.





Esta población tiene una parte incaica y otra colonial. Su plaza principal es un lugar entretenido lleno de colorido y con un famoso mercado repleto de artículos artesanales a la venta.



Písac no escapa a las famosas leyendas incas. La ciudad presenta una estatua que tiene una muy particular: se dice que el cacique Huayllapuma tenía una hija, llamada Inquill, a la que tenía que casar con el hombre que pudiese construir, en sólo una noche, el puente sobre el río Willcamayu - Actualmente "Vilcanota" ó "Urubamba"- (un puente de mucha importancia para la defensa del lugar). Pese a la dura tarea, Asto Rímac -un apuesto príncipe- decidió aceptar el reto, y pedir la mano de la princesa. Las autoridades del lugar dispusieron todo para que Asto Rímac iniciara las labores, mientras la princesa debía subir un cerro sin voltear; porque, de lo contrario, ella y su prometido se convertirían en piedra. Casi al amanecer, el príncipe había culminado con la obra, pero Inquill, no pudiendo soportar más, volteó y quedó convertida en piedra hasta el día de hoy.








Este pueblo es conocido por su observatorio astronómico.



Con pendientes de 45 grados, los incas encontraron la solución para sus sembríos en Pisac y otros lugares: Los andenes. Estas obras de ingeniería agrícola son terrazas de dos o tres metros de ancho que acondicionaron para sembrar. Los andenes están diseñados tan armoniosamente que se pueden apreciar combinaciones de semicírculos concéntricos en las laderas de los cerros.



Esta fue una solución tan pragmática que el líder chino Mao Zedong (Mao Tsetung) la exportó a China para resolver el problema de sembrar en los cerros. El sistema se utiliza actualmente en Tachay, uno de los más conocidos emporios agrícolas de China.

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